sábado, 12 de marzo de 2011

La conspiración del silencio

"Si creen que el conocimiento y la educación son caras, prueben con la ignorancia o la mediocridad" Joan Guinovart

La Conspiración del Silencio puede definirse como el acuerdo implícito o explícito, por parte de familiares, amigos y/o profesionales, de alterar la información que se le da al paciente con el fin de ocultarle el diagnóstico y/o pronóstico y/o gravedad de la situación (Barbero 2006). Aunque el respeto a los derechos de los pacientes está contemplado en muchas legislaciones vigentes, quizás este sea uno de los aspectos más relegados. El paciente, destinatario de la información, es precisamente quien menos la recibe.

La mayoría de las veces sustentamos esta actitud con argumentos teñidos de cierto paternalismo sobreprotector. Consideramos que el deterioro de la salud del paciente genera suficiente angustia, que no debe ser aumentada con decir la verdad sobre su condición. El blog “Dimensión ética del cuidado” señala que “con la conspiración del silencio el paciente puede sentirse incomunicado, no comprendido, engañado y esto puede fácilmente potenciar sintomatología ansiosa o depresiva con un componente importante de miedo y de ira. Se impide la necesaria ventilación emocional, no sólo para el paciente sino también para el resto de la familia.
Tampoco podemos olvidar que se inhabilita al paciente para “cerrar” asuntos importantes que quizá hubiera querido resolver y que esta situación puede también dificultar la elaboración del duelo.”

Pero hay otra razón, más primitiva, que hace pensar que no hablar de ciertas cuestiones significa que no existen. Como un niñito pequeño que se tapa los ojos y cree que está escondido, que nadie lo ve. “No contar puede decir mucho más que contar”.

Centeno y Núñez Olarte afirman que en España un 40-70% de los enfermos con cáncer conocen la naturaleza maligna de su enfermedad aun cuando sólo un 25-50% han sido informados de ello. No sorprende que el enfermo sepa bastante más de lo que se le ha dicho cuando el mismo cuerpo aporta la evidencia.

Cuando analizo ciertos temas del acontecer local me pregunto si esta conspiración no ha trascendido el ámbito médico y se ha instalado en la comunidad. Hay ciertos temas intocables. Aunque el murmullo subterráneo simule un terremoto, en la superficie se mantiene una impermeable capa de silencio hipócrita. Quienes osan remover la costra con el fin de contribuir a la solución del problema o buscan aportar la necesaria luz de la verdad, son ignorados o rápidamente descalificados.

Hace no mucho desde el foro ciudadano se planteó el serio problema del consumo de drogas entre menores de la comunidad. La llamada de atención surgió de uno de ellos. Fue tanta la desesperación que transmitió su pedido de intervención que el municipio reaccionó convocando a una reunión con los actores principales en la prevención y control del problema. Participé de esa reunión y sugerí que los teléfonos de asistencia o de denuncia sean colocados en lugares públicos, accesibles a todos. Rápidamente alguien me increpó diciendo: “La gente va a pensar que acá consumimos”. Lo miré espantado. Al igual que las enfermedades terminales, los problemas sociales no desaparecen por cerrar los ojos o no hablar del tema. Menos por desparramar culpas desde algún sitio de privilegio.

La conspiración del silencio puede potenciar el miedo y la ira, tanto si se aplica a un paciente como a una comunidad entera. Urge aceptar la realidad y convocar al dialogo para iniciar la búsqueda de soluciones posibles.

3 comentarios:

Lorena dijo...

OH!!! se consume droga en "La Colina de la Esperanza" (lease sacasticamente)
Como ignoro el murmullo subterraneo por curiosidad pregunto, cual es el argumento/s que trae tanta mala onda para confrontar este problema?. Se ha hecho algo al respecto ya?, hay medidas comprobadas que prueben que aportan soluciones?. Solo pregunto porque no hay viaje de visita a Lib. San Martin, que alguien mencione su preocupacion, pero pareciera que nadie sabe decirme nada mas alla de las quejas...

...Si bien el titulo de la "Conspiracion del silencio" y la primera mitad de tu entrada sirve de "puente" para traer a la atencion tu "santa indignacion", solo agrego( ya que he tenido la oportunidad de leer e inercambiar opiniones sobre este tema) que las vueltas de la vida me ha hecho despedir cada anio de un ser querido, sin excluir este, casi que veo tan necesario como el famoso testamento reflexionar y comunicar cual seria mi deseo cuando me toque a mi.

Un abrazo.

Nestor Zawadzki dijo...

Lo de la droga aqui no es nuevo, ni tampoco excluyente. Sin embargo se dan una serie de condiciones que hacen que el problema sea particularmente grave.
Sabes que la gente habla mucho si no tiene que dar la cara. Hay panico en sacar los trapitos al sol y se prefiere el silencio, el status quo. Cada tanto aparece una tragedia y se escuchan algunas voces, la mayoría para condenar al individuo y no solucionar las condiciones de riesgo.
Mi propuesta desde el foro ciudadano, fue dar enfasis a la problematica, reconocerla, considerar las fortalezas y debilidades de los elementos con los que disponemos y utilizar todos los recursos disponibles para informar, proteger y recuperar.
Lo que mas me llama la atencion es la oposicion directa a hablar abiertamente del tema y a publicar los recursos de denuncia que existen... entonces aparece mi lado paranoico ¿quienes estan interesados en que la cosa siga igual? ¿por que? Besos.

Lorena dijo...

Gracias Nestor por ampliarme un poco mas...lamento que sea asi, supongo que las condiciones de vida en Libertador es en tantos aspectos similares y que se repite en cualquier lugar del planeta, pero a la misma vez es tan peculiar.

Cuidate, besos.