domingo, 31 de julio de 2011

Burbujas

Foto: Edgar Zawadzki - Fiambalá
Después del golpe vino el silencio.  Mientras se aligeraban el peso y los movimientos.

Observé alejarse el sol difuso, perderse las formas precisas.

Miré hacia abajo, hacia la arena lodosa y las estrías que dibujó la corriente en su camino. Vi danzar las sombras con la luz un baile irreverente.  Universo silencioso y leve, de extravagantes burbujas infinitas, alejándose veloces y ligeras, ansiosas de emerger.

Sentí como se detenía el tiempo y me invadió la paz de los ocasos.

El rescate quebró la muda barrera del silencio en estallidos de surtidores y cascadas.
Desaparecieron las burbujas y cesó la danza y volvió el bullicio. Y aspiré profundo una bocanada de realidad indispensable.

Pasaron los años y me volví adulto. Cada tanto regreso a las orillas, al silencio sosegado. Espectador furtivo de la danza sumergida. Rastreador de la sorda quietud de las profundidades en busca de la paz de los ocasos. Tal vez con la sincera intención de detener el tiempo y la agitación de una vida fugaz que tiende a la superficie.  

viernes, 15 de julio de 2011

Regreso

Acabo de abrir el correo que recibí ayer.
Ahí me decís que me extrañás, que en estos días pensás mucho en mí. Me sorprendiste con el párrafo donde escribiste que los años conmigo fueron los mejores, que creciste, que te hice feliz.

No entendí bien ahí donde pusiste que reconocías que me hiciste sufrir, que me provocaste dolor, que el tiempo y el amor nos ayudarían a cerrar las heridas.  

Recuerdo vagamente las discusiones por nada, el hastío de la rutina y los rituales y la pila de culpas que fuiste acumulando en la casa. Es que fueron tantas, que ya no me quedó espacio para vivir.

Me llevé mis cosas: los sueños perdidos, las ganas, las lágrimas, los proyectos y algunos moretones. Sí, moretones. Algunos los disimulé con los anteojos, pero los del alma no se cubrían con nada.

Busqué un mapa que me marcara un rumbo y fui dando vueltas por ahí.

Esta vez tenés razón, debo admitirlo. El tiempo cierra las heridas y el amor las cura. Es más, de todo aquello solo queda un vacío, como una pausa de vida, un estornudo con los ojos abiertos.

Terminé de leer tus líneas y quedé mirando por la ventana buscando el horizonte, suspiré profundamente.... 
y, ¿sabés?, no sé quien sos.

martes, 12 de julio de 2011

Avisito

A mis queridos seguidores.
Estoy comprometido con un movimiento político en el lugar donde vivo. Mis últimos artículos son de tinte localista, por lo cual abri un blog mas acorde al tema.

Para los que quieran pasar: www. lsmartin.blogspot.com
Seran bienvenidos.

Trataré de volver a mi esencia en este blog, mas ficciones y algunas verdades...
Abrazos a todas y todos. N. Z.