domingo, 31 de julio de 2011

Burbujas

Foto: Edgar Zawadzki - Fiambalá
Después del golpe vino el silencio.  Mientras se aligeraban el peso y los movimientos.

Observé alejarse el sol difuso, perderse las formas precisas.

Miré hacia abajo, hacia la arena lodosa y las estrías que dibujó la corriente en su camino. Vi danzar las sombras con la luz un baile irreverente.  Universo silencioso y leve, de extravagantes burbujas infinitas, alejándose veloces y ligeras, ansiosas de emerger.

Sentí como se detenía el tiempo y me invadió la paz de los ocasos.

El rescate quebró la muda barrera del silencio en estallidos de surtidores y cascadas.
Desaparecieron las burbujas y cesó la danza y volvió el bullicio. Y aspiré profundo una bocanada de realidad indispensable.

Pasaron los años y me volví adulto. Cada tanto regreso a las orillas, al silencio sosegado. Espectador furtivo de la danza sumergida. Rastreador de la sorda quietud de las profundidades en busca de la paz de los ocasos. Tal vez con la sincera intención de detener el tiempo y la agitación de una vida fugaz que tiende a la superficie.  

2 comentarios:

Anónimo dijo...

HOLA, te encontré en marcadores de mi blog,es así que,en algun momento,tuvimos en contacto...buen trabajo,me gustó!
espero que sigamos leyendonos!
un abrazo
lidia-la escriba

Nestor Zawadzki dijo...

Gracias Lidia-la-escriba! las "burbujas" de recuerdos de infancia afloran, a veces reales, otras, vívidamente inventados.