lunes, 13 de septiembre de 2010

Diferencias

Tengo discrepancias filosóficas profundas con Sarmiento. Hasta me produce indignación su odio y saña contra los paraguayos. En una carta a Mitre en 1872 escribió: “Estamos por dudar de que exista el Paraguay. Descendientes de razas guaraníes, indios salvajes y esclavos que obran por instinto a falta de razón. En ellos se perpetúa la barbarie primitiva y colonial. Son unos perros ignorantes de los cuales ya han muerto ciento cincuenta mil. Su avance, capitaneados por descendientes degenerados de españoles, traería la detención de todo progreso y un retroceso a la barbarie... Al frenético, idiota, bruto y feroz borracho Solano López lo acompañan miles de animales que le obedecen y mueren de miedo. Es providencial que un tirano haya hecho morir a todo ese pueblo guaraní. Era preciso purgar la tierra de toda esa excrecencia humana: raza perdida de cuyo contagio hay que librarse". Pese a su rencor, Paraguay fue el país que le dio cobijo en sus últimos días.
De los huérfanos dijo en su discurso en el Senado de la Provincia de Buenos Aires, el 13 de setiembre de 1859: "Si los pobres de los hospitales, de los asilos de mendigos y de las casas de huérfanos se han de morir, que se mueran: porque el Estado no tiene caridad, no tiene alma. El mendigo es un insecto, como la hormiga. Recoge los desperdicios. De manera que es útil sin necesidad de que se le dé dinero. ¿Qué importa que el Estado deje morir al que no puede vivir por sus defectos? Los huérfanos son los últimos seres de la sociedad, hijos de padres viciosos, no se les debe dar más que de comer".

Perdonen que evoque el día del maestro marcando diferencias.
Tuve la suerte de tener maestros que no se parecieron en nada al “padre del aula”. Si bien coincidían en que “es la educación primaria la que civiliza y desenvuelve la moral de los pueblos” y que “son las escuelas la base de la civilización”, nunca vi en ellos un ápice de discriminación, exclusión o racismo.
Mis maestros vieron más allá de sus ojos; anticiparon el potencial de cada uno de sus alumnos, cuando no éramos más que inquietos montaraces “gurises” desprolijos y sudados. Unos verdaderos “indios” de ojos enormes y cuerpo escuálido perdido en el guardapolvo que parecía flotar alrededor de la silueta.
Seres omnipresentes que sabían todo de nosotros. Intuyo que hasta nos leían el pensamiento, llevando un registro individual, puntilloso, perfecto. ¿Cómo hicieron para darnos las herramientas de aprendizaje que utilizamos en la construcción de nuestro camino, de lo que somos? ¿Con que secreta pócima despertaron la curiosidad infinita? ¿Desde qué fuente vital activaron nuestra capacidad de asombro? ¡Con cuánta paciencia nos dieron las palabras para construir nuestra biografía!
Con fuerzas propias y a veces prestadas, nos levantaban al caer, empujándonos a seguir. Donde veíamos espinas, anticiparon rosas, llevándose las marcas de algunas cicatrices que hoy lucen como trofeos.

Ojalá la pasión y la fe de mis maestros sea la epidemia más contagiosa e incurable del planeta. Que festejemos su día cada día, que las calles evoquen su memoria, que las plazas inmortalicen su figura, que la ciudad se detenga a su paso, que nunca se apague su llama encendida en cada uno.

8 comentarios:

Ana Lopez Acosta dijo...

Buen día Piru:
Dos cositas: Qué personalidad controvertida la de Sarmiento! Parece adivinarse la confianza ciega en "la" civilización, hubo otros por aquellos tiempos que tenían otra mirada...pero no quedaron inmortalizados al modo del "padre del aula". Hay varios desaparecidos en nuestra historia.

Por otro lado, Piru querido, yo no te recuerdo de tan chico, pero que flotabas dentro del delantal juro que flotabas...y yo flotaba otro tanto, a pesar de la dieta de leche chocolatada y vainillas, jajaja!!!
Un abrazo.

Lorena dijo...

Lo dijo Ana primero ... jeje.

Una cancion de rock..."Soy el hombre delgado, pero que no flaqueara jamas" repite el coro...

Nestor Zawadzki dijo...

Jeje. Estoy buscando una foto de entonces para demostrar que la cuestion era culpa del guardapolvo...

Lorena dijo...

Como es eso de la leche chocolatada con vainillas? a mi me enganiaron, el famoso remedio natural aleman, terror de los chicos, y creo que los adultos hacian buena cara para no espantarnos, "curalo todo" Wunderbalsam! no se si tuviste el privilegio de probarlo Ana, y Nestor vos por rodearte de alemanes...te veian muy flaquito, se venia la cucharita jejeje.
Carinios.

Ana Lopez Acosta dijo...

Jeje, culpa de los fabricantes de ropa, que no sólo no tienen en cuenta a los pasaditos de peso, sino tampoco a los muy delgados/as.
Cuando entraba a quirófano me tenía que poner el cuellito para atrás, te tiraban con el talle que había, por dios! nunca me vi tan disfrazada en público.

jajaja Lorena, no, nunca probé el wunderbalsam, sí cantidades de vitaminas y un remedio muy conocido para "estimular el apetito", que yo tomaba del "pico" a grandes tragos.
En ocasiones y cuando tenía mucho desgaste me miraba al espejo y salía corriendo a comprar budín de pan con crema que hacían riquísimo a la vuelta de mi casa. Ligué el apelativo de anoréxica tantas veces...hasta una vez un docente me tomó de ejemplo de delgadez constitucional y cómo reconocer la anorexia.

La verdad Piru que parecíamos espectros por esas épocas...
Mi hijo mayor mide bastante más de 1,80 y rasguña los 53 kg cuando come como un dinosaurio, no hay con que darle.

Tendríamos que armar el grupo de los delgados constitucionales y contar nuestras anécdotas, seguramente no son menos peculiares que las de los gorditos/as.
Un besote a ambos

Lorena dijo...

Ana, me hiciste reir, quizas acordamome de mis experiencias tambien...de lo que recuerdo algunas con un sentido de "privilegio" porque eso de comer sin remordimientos, no estaba tan mal y otras con un sentido de fastidio! ... como cuando era el turno de viajar en auto y me tocaba sentarme en el ultimo milimetro del asiento disponible, entre los demas, porque era la unica que podia ocupar ese lugarcito y entrar!! claro que se olvidaban que mis "patas largas" y flacas hacian efecto "punzante"... en fin, lindo recordar :)

Otro abrazo a ambos.

Nestor Zawadzki dijo...

Hay que acotar, dentro de la "tortura de la delgadez" los frecuentes pedidos maternos haciendo referencia a la necesidad de aumentar la ingesta, las raciones y las calorias. Antes del saludo venia el ¿estas comiendo bien?
Voy a subir un par de fotos mas de aquellas epocas...
Despues de todo el mundo esta demasiado lleno y nosotros ocupamos menos espacio.

www.wunderpharm.com dijo...

wunderbalsam te cura todo!!!!