lunes, 18 de octubre de 2010

El Sindrome MIA

Hace un tiempo, investigando sobre el acoso moral en las instituciones, un amigo psicólogo me recomendó buscar información sobre el síndrome de mediocridad inoperante activa (MIA).

Según el psiquiatra español Gonzalez de Rivera, quien describió el síndrome en 1979, “la tensión interna que fuerza a la superación del estado actual es un rasgo propio de la condición humana. Cuando esta presión por la excelencia supera las posibilidades de expresión, pueden aparecer distintos tipos de patología. En el polo opuesto, el defecto o inhibición de la presión por la excelencia también origina patología o ‘trastornos de mediocridad’. La mediocridad inoperante activa (MIA), es la forma más maligna, con exacerbación de las tendencias repetitivas e imitativas, exagerada apropiación de los signos externos de creatividad y excelencia, ansia de notoriedad que puede llegar hasta la impostura, (pretender ser algo que no es) y, sobre todo, intensa envidia hacia la excelencia ajena, que procura destruir por todos los medios a su alcance.”
Con puestos de poder pueden generar enormes cantidades de trabajo absolutamente innecesario que se impone a los demás y dificulta el desarrollo, el avance y la realización de actividades creativas. Además es un sujeto proclive a la envidia, puesto que sufre ante el progreso ajeno y, por ello, tiende a destruir la excelencia, desarrollando sofisticados mecanismos de control, persecución y entorpecimiento. Se tiende a destruir el sujeto mínimamente brillante o percibido como amenazante o al que señala como vulnerable. Para ello se callan sus logros, se difunden insidias (a escondidas, sin dar la cara, en cenáculos privados y privativos de crítica y contraste) y se amplifica todo rumor o dato equívoco que invite a la descalificación y desprestigio de esa(s) persona(s) brillante(s), amenazante(s) o simplemente vulnerable(s). Lo relevante es que se señala la destrucción de las personas, puesto que estos mediocres inoperantes no van a entrar nunca en las ideas ni en los contenidos. Aquí se sitúan las venganzas indiscriminadas, las represalias, el rencor, el temor por propia inseguridad, escalar posiciones a cualquier precio, el ascenso de seres con preclaras oscuras intenciones. (Camps 1999)

Las organizaciones reproducen lo que son sus integrantes, cuanto más específica sea una organización o cuanto más pequeña sea, en ocasiones, tiene más núcleos perversos que les hace funcionar en doble vínculo permanente y terminan por dificultar el progreso de sus miembros más valiosos, con lo que liquidan su activo, aunque detenten y ejerciten el poder y, aparentemente, lo hayan obtenido estatutaria y legítimamente. (Camps 1999)

Amenazas como “si no te gusta te vas” o “hay diez personas esperando tu puesto”, que funcionan mas con las bestias que con los humanos, generan un ambiente de trabajo insalubre con marcado deterioro del trabajador. Quienes verdaderamente se identifican con la empresa y ponen el hombro día a día, perciben que no forman parte del conjunto o de un proyecto global. El desgaste que produce trabajar en una situación de permanente amenaza e inseguridad genera el agotamiento prematuro (burn out) y el desmoronamiento de la calidad productiva.

Cuando se instala el “reino de Herodes” sea en el ámbito laboral, político, social o de la administración pública, hacer el diagnóstico es imprescindible para iniciar el tratamiento.

4 comentarios:

Lorena dijo...

No es el dia de mayor inspiracion para un comentario, pero puedo reconocer que cada tanto es bueno poner los puntos sobre las "i"...y creo que es lo que acabas de hacer en tu entrada.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

lo conozco bien, ademas de padecerlo en carne viva,..al menos me sirve para estudiarlo en 1ª linea, aunque sea a un precio muy alto y "mortifero", aun no se como terminaré,sinó muero antes,pero la criminalidad que describe gonzalez de rivera, es la caracteristica de una autentica mafia;...en la administracion publica se usa por parte de los gestores para eliminar y someter a los que no obedecen sin rechistar, constituyendo una "muerte a plazos"

Nestor Zawadzki dijo...

Hola Anonimo. CUanto siento que estes padeciendo este mal tan arraigado y dificil de erradicar. De todos modos, como en la medicina, hacer el diagnóstico es la primera etapa para encontrar la cura o una solucion aceptable. No aflojes. Los prepotentes pasan rapido al olvido y, tarde o temprano pagan sus arrogancias. Lo que los mata a ellos es darse cuenta que no nos afecta.
Abrazo

Anónimo dijo...

Hola,

Yo y varios compañeros también tuvimos que soportar a un individuo afectado por este sindrome, y tiene pocas soluciones. Si no dejas la compañia hará todo lo posible por sacarte de ella pero por la puerta de atrás como se saca la basura.

Este tipo de individuos tiene un único objetivo: hostigar para acabar con todo aquello que brille con luz propia dentro de la empresa, eliminar la creatividad, la excelencia en el trabajo , desmotivando y atosigando a los colaboradores que mas trabajan y mejores resultados suelen dar. Como suele decirse y se aplica... los clavos que sobresalen de la tabla se hunden con martillo firme.

Es infrecuente que ataquen a empleados que se limitan a cumplir con lo mínimo exigible y que acatan sin pensar y sin discusión todas las ordenes que el MIA dicta , aunque supongan despropositos de tal magnitud que incluso vayan en contra de los intereses de la empresa.

Estos individuos ausentes de talento, etica profesional, moralidad y empatia se sienten fuertemente amenazados ante la presencia de buenos profesionales.

Un buen profesional por el contrario pretende siempre estar rodeado de grandes profesionales y de talento porque evidentemente sus resultados generales serán siempre mejores y le ayudaran a cumplir con sus objetivos.

Los MIA suele rodearse de un grupo de individuos de identica calaña y moralidad, que normalmente suelen ser inexpertos, inoperantes y con un importante grado de mediocridad que son conocidos plenamento por otros compañeros de la empresa, a los cuales compra con falsas esperanzas de promociones, subidas salariales o simplemente se trata en otros casos de gente que se arrima a ellos para no sufrir el acoso y derribo que practican con sus victimas.

Este grupo de acólitos incondicionales suelen ser testigos mudos que a posteriori incluso colaboran en derrocar a los objetivos señalados por el afectado por el sindrome MIA.

Los MIA son expertos en el arte de la manipulación y filtrado de la información, no dudan en calumniar, difamar,descacreditar y desprestigiar al objeto de sus envidias. Porque el trasfondo de esta personalidad enfermiza es la de un ser altamente inseguro, que pese a que no es identificado por sus subordinados como una persona con dotes de liderazgo y grandes habilidades, ocupa posiciones de dirección o mando en empresas es la que normalmente cumplen con aquello del "en el pais de los ciegos el tuerto es el rey".

Mi consejo para todos los que sufran a un individuo/a de estas características es la de que busquen trabajo en otra compañia, en la que no se permitan este tipo de actividades destructoras, si es que existen en algun sitio, puesto que como se ha comentado antes, es tónica de muchas empresas, incluso de organismos públicos.

En estos últimos los métodos suelen ser diferentes puesto que el personal suele ser fijo de por vida. En estos sitios lo que se emplea bastante es la desasignación de tareas o el traslado forzoso.