“El ser humano tiene el derecho y el deber de desarrollarse moral e
intelectualmente hasta convertirse en un ser en quien la felicidad y la virtud
sean la misma cosa” Guisan
Joseph Rudyard Kipling , escritor y poeta británico nació en Bombay
el 30 de diciembre de 1865 y falleció en
Londres el 18 de enero de 1936. Autor de relatos, cuentos infantiles, novelista
y poeta, se le recuerda por sus relatos y poemas sobre los soldados británicos
en la India y la defensa del imperialismo occidental, así como por sus cuentos
infantiles.
Entre sus obras más populares figura
la colección de relatos El libro de la selva (1894), obra que fue
llevada al cine en múltiples versiones. Respetado como poeta, recibió el Premio
Nobel de Literatura de 1907. Es, hasta la fecha, el ganador más joven y el
primer escritor británico en recibirlo.
Cuando leí por primera vez su
poema “Si” (If) quedé impresionado por sus palabras; puntualmente en la
valoración que concede al tiempo. En forma condicional hace referencia a las
características que deben tener un hombre o mujer de bien. Recalca la necesidad
de vivir cada segundo como si fuera el último de nuestra vida. Exige construir
la realidad sobre bases sólidas, evitando los desvaríos de los sueños o la
mentira hipócrita. También establece implícitamente la necesidad de concedernos
espacios para la reflexión, un tiempo para ver hacia dónde vamos, pero
fundamentalmente recordar de dónde venimos. Tengo la sensación que uno de los
males de la humanidad es perder el sentido histórico, olvidar el pasado y a
quienes lo construyeron.
Deseo compartir con ustedes sus
palabras en una de las traducciones que más me gusta.
Si
Si puedes mantener la cabeza sobre los hombros
cuando otros la pierden y te cargan su culpa,
Si confías en ti mismo aún cuando todos de ti dudan,
pero aún así tomas en cuenta sus dudas;
cuando otros la pierden y te cargan su culpa,
Si confías en ti mismo aún cuando todos de ti dudan,
pero aún así tomas en cuenta sus dudas;
Si puedes esperar sin que te canse la espera,
o soportar calumnias sin pagar con la misma moneda,
o ser odiado sin dar cabida al odio,
y ni ensalzas tu juicio ni ostentas tu bondad:
o soportar calumnias sin pagar con la misma moneda,
o ser odiado sin dar cabida al odio,
y ni ensalzas tu juicio ni ostentas tu bondad:
Si puedes soñar y no hacer de tus sueños tu guía;
Si puedes pensar sin hacer de tus pensamientos tu meta;
Si Triunfo y Derrota se cruzan en tu camino
y tratas de igual manera a ambos impostores,
Si puedes pensar sin hacer de tus pensamientos tu meta;
Si Triunfo y Derrota se cruzan en tu camino
y tratas de igual manera a ambos impostores,
Si puedes tolerar que los bribones,
tergiversen la verdad que has expresado
y que sea trampa de necios en boca de malvados,
o ver en ruinas la obra de tu vida,
y agacharte a forjarla con útiles mellados:
tergiversen la verdad que has expresado
y que sea trampa de necios en boca de malvados,
o ver en ruinas la obra de tu vida,
y agacharte a forjarla con útiles mellados:
Si puedes hacer un montón con todas tus victorias
Si puedes arrojarlas al capricho del azar,
y perder, y remontarte de nuevo a tus comienzos
sin que salga de tus labios una queja;
Si puedes arrojarlas al capricho del azar,
y perder, y remontarte de nuevo a tus comienzos
sin que salga de tus labios una queja;
Si logras que tus nervios y el corazón sean tu fiel compañero
y resistir aunque tus fuerzas se vean menguadas
con la única ayuda de la voluntad que dice: “¡Adelante!”
y resistir aunque tus fuerzas se vean menguadas
con la única ayuda de la voluntad que dice: “¡Adelante!”
Si ante la multitud das a la virtud abrigo,
Si aún marchando con reyes guardas tu sencillez,
Si no pueden herirte ni amigos ni enemigos,
Si todos te reclaman y ninguno te precisa;
Si aún marchando con reyes guardas tu sencillez,
Si no pueden herirte ni amigos ni enemigos,
Si todos te reclaman y ninguno te precisa;
Si puedes rellenar un implacable minuto
con sesenta segundos de combate bravío,
tuya es la Tierra y sus codiciados frutos,
con sesenta segundos de combate bravío,
tuya es la Tierra y sus codiciados frutos,
Y, lo que es más..
¡Serás un Hombre, hijo mío!
¡Serás un Hombre, hijo mío!
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