domingo, 27 de diciembre de 2009

Deseos

Si los pueblos no se ilustran, si no se vulgarizan sus derechos, si cada hombre no conoce lo que vale, lo que puede y lo que se le debe, nuevas ilusiones sucederán a las antiguas, y después de vacilar algún tiempo entre mil incertidumbres, será tal vez nuestra suerte mudar de tiranos, sin destruir la tiranía.” M. Moreno

Las fiestas de fin de año me generan una serie de sentimientos contradictorios. La locura que imprime la actividad lucrativa de la Navidad me produce un fuerte sentimiento negativo. Considero este “maratón comercial” como una subversión del sentido original. Por otra parte, el año nuevo estimula al balance y propuesta; a renovar promesas e ideales y a reflexionar sobre lo vivido desde lo personal y desde la visión global. Y en eso estamos…
El 2009 puede definirse como el año mediático. Nada se salvó: arrancamos con una epidemia mediática y transcurrimos entre muertes, trasplantes, desaparecidos, rastrillajes, líderes latinoamericanos, clima, cholulismo y etcéteras mediáticos. Las pantallas intentan persuadirnos de una realidad virtual para confundir la percepción de la virtual realidad. Acorde a los tiempos inauguramos en el ingreso al pueblo un emblema para proclamar que nos identifica la esperanza; esto es el estado de ánimo en el cual se nos presenta como posible lo que deseamos.
En materia de concreciones el balance local se presenta negativo. En materia de salud infantil fuimos para atrás. Un pediatra menos en el centro de salud municipal, una guardería calificada que se cierra para los más vulnerables, el acuerdo entre sanatorio y municipalidad abundante en palabras y escaso en gestión y la pérdida del derecho a ir a la escuela en bicicleta. Las propuestas de espacios para adolescentes quedaron en promesas y la preocupación por protegerlos de drogas y otras adicciones no fue más que una capa de cal para ocultar la inoperancia de algunos responsables. Desde lo ambiental en la cuestión del arroyo Gómez, la gestión urbanística o las dudosas relaciones comerciales entre poderosos y honorables munícipes, pudo más el interés económico que la obligación y la ética administrativa, demostrando que el pueblo tiene dueños pero no representantes.
Parece coincidente que las flores que decoran nuestro monumento ya estén ocultando el apelativo de “Colina de la esperanza”. Como en la TV, lo ornamental esconde lo esencial.
El epígrafe de estas líneas son de Mariano Moreno que en ocasión de la supresión de los honores del presidente escribió: “¿Qué comparación tiene un gran pueblo de esclavos, que con su sangre compra victorias, que aumentan el lujo, las carrozas, las escoltas de los que lo dominan, con una ciudad de hombres libres, en que el magistrado no se distingue de los demás, sino porque hace observar las leyes, y termina las diferencias de
sus conciudadanos?”
Releyendo a los patriotas me siento optimista. En nuestro monumento la esperanza se oculta detrás de las flores pero no desaparece. Hago votos para que el 2010 sea fructífero en ciudadanía, igualdad, solidaridad y concreción de aquello que deseamos.

5 comentarios:

Ana Lopez Acosta dijo...

Piru, querido, qué bueno que estés escribiendo! Granito de arena, pero granito al fin.
"Es muy glorioso a los habitantes de la América verse inscriptos en el rango de las naciones, y que no se describan sus posesiones como factorías de los españoles europeos; pero quizá no se presenta situación más crítica para los pueblos, que el momento de su emancipación; todas las pasiones conspiran enfurecidas a sofocar en su cuna una obra a que sólo las virtudes pueden dar consistencia; y en una carrera enteramente nueva, cada paso es un precipicio para hombres que en trescientos años no han disfrutado otro bien que la quieta molicie de una esclavitud, que aunque pesada, había extinguido hasta el deseo de romper sus cadenas."
También lo anterior nos quedó de Mariano Moreno....
Un beso grande...leon.

Nestor Zawadzki dijo...

Ana: Desde cualquier punto de vista hay mucho de lo tuyo en todo esto, gracias! Este pueblo tiene algo asi como la mirada impavida frente a la pasmosa levedad del ser ajeno ("la quieta molicie de una esclavitud"); que al percibirse ajeno, inmoviliza, anestesia el alma y entorpece el juicio. Los granitos de arena los publico en el diario local. Piru

Anónimo dijo...

No basta con ser mejores el proximo anio...hay que ser mejores desde hoy para que no se apague la luz de la esperanza en enero o febrero!!

Foxie dijo...

Yo no sabía que la situación de salud era tan similares en nuestros países. A veces, un pediatra en el comienzo de la carrera como yo que no puedo ver tanta hipocresía en nuestro gobierno. Me gustó lo que leí. Pero siempre hay esperanza. Feliz año nuevo.

Nestor Zawadzki dijo...

Aprecio los comentarios. Creo firmemente en cultivar la esperanza y en construir el dia a dia como salga, pero apuntando a lo mejor. El conformismo y la apatia son como el cancer; los brazos caen y las ideas se masifican frente al terror de pensar por uno mismo, de aventurarse al error.
Foxie: Gracias por escribir en español, meu portuñol es pesimo. Los pediatras somos uns rara especie a la hora de juzgar los gobiernos. Como los niños no votan, los utilizan de bandera proselitista y esconden las basuras bajo las alfombras rojas de los ministerios. En el consultorio las estadísticas oficiales se desintegran.
Un abrazo. Nestor