lunes, 1 de marzo de 2010

Democracia, autonomía y urbanismo

El sabio José Hernández puso en boca de Martín Fierro una de las frases con mayor sentido democrático que he leído: “Los hermanos sean unidos, porque esta es la ley primera. Que si entre ellos pelean, los devoran los de ajuera.”

No hace falta ser un antropólogo diligente ni un psicólogo sagaz para darnos cuenta de las tremendas heridas y cicatrices que dividen nuestro pueblo. Bajo el manto de sana convivencia y concordia urbana que ven nuestros visitantes subyacen heridas y cicatrices de discriminación e indiferencia. La referencia histórica a los eternos culpables o responsables se transformó en un comodín a la hora de reconocer responsabilidades llegando a paralizar las ideas innovadoras o los cambios necesarios.

Así como el cuerpo necesita que se ejerciten sus músculos y la mente se mantenga lozana con la lectura y los pensamientos positivos, la democracia debe ser aprendida y entrenada. Debemos hacer esfuerzos constantes para crear y mantener un marco legal que de estructura y contenga este ejercicio, pero también debemos construir espacios de ciudadanía, donde se instruyan las facultades de convivencia democrática.

¿Cuáles son estos espacios? Todos los ámbitos donde generemos el intercambio respetuoso de ideas y el ejercicio de responsabilidades ciudadanas dentro del contexto urbano. Muy a menudo me pregunto porqué no hay comisiones de padres ejecutivas en las escuelas locales, cooperadoras, más clubes que convoquen actividades afines, juntas o cooperadoras pro ambulancia o pro bomberos, porqué no se resuelve con una fuerte presión ciudadana la falta de cobertura local de salud a los jubilados del PAMI, la ausencia de rubros médicos y de enfermería en los dispensarios, la carencia de juntas vecinales con un rol activo en la seguridad y el control vial, etc. Parece ser que nos acostumbramos al paternalismo institucional a tal punto de no involucrarnos con las actividades que nos corresponden por derecho a la hora de tomar decisiones.

La reciente disputa por la ubicación de las viviendas del IAPV es un ejemplo cabal de lo que trato de expresar. A falta de un programa urbanístico eficiente y participativo se generan soluciones improvisadas que desvirtúan el sentido original, afectan la percepción de la población y arriesgan la concreción del proyecto. Por un lado que se trate de viviendas sociales no significa pérdida de dignidad. (Alguien expresó a FM Libertador que se verían muy mal los patios traseros…). Por otra parte la implementación de un proyecto urbanístico de estas dimensiones genera un impacto ambiental que debe ser cuidadosamente estudiado en función de las condiciones locales. Pasaron diez años desde que Ferrocarriles Argentinos donara las tierras para emprendimientos de este tipo, pero hasta la fecha no hubo (hasta donde se) un trabajo corporativo que genere un informe técnico que evalúe el impacto ambiental, social y, fundamentalmente, el diseño urbano que lo respalde y regule.

Si por un momento nos olvidásemos de los beneficios individuales y ejerciéramos el derecho democrático a incidir en las políticas públicas de nuestro pueblo con responsabilidad pensando en el bien común, no estaríamos discutiendo ideas arbitrarias o prepotentes. Me sorprendió escuchar que se exprese desde la función pública que a Puiggari ya se le dio bastante, como que fuera un indigente anónimo que no pertenece al municipio. Hoy me parece más urgente propiciar la concordia y concertación social que proponer la unidad de un partido. Es significativa la diferencia entre gobernantes competentes y amos dominantes; excepto que vivamos en la edad media o aislados en una burbuja no la notaremos.

3 comentarios:

Ana Lopez Acosta dijo...

Piru, querido, cuando me pregunto algo similar, la respuesta que me aparece, es similar a la de un amigo: "porque el lobo del hombre sigue merodeando, aunque se vista de cordero o visceversa".
Nunca me queda claro si mi propio razonamiento de que somos "el eslabón perdido" y no hemos llegado aún a ser HOMBRES, me convence, o me convence más el razonamiento que me indica que como nos hemos alejado demasiado del mono estamos como estamos...
De cualquier modo es un razonamiento circular, una vía muerta. A veces el pesimismo me hace pensar que por algún trastorno en la socialización- propio de la especie- estamos como estamos, como especie....Otras veces me siento formando parte de una especie que en la Tierra está como chupete en el c_ _ _ , pero a veces veo las cosas desde otro ángulo y creo que a pasitos pero vamos avanzando....es demasiado acotado el tiempo humano...somos demasiado pequeños y demasiado llenos de preguntas...y tenemos demasiado pocas respuestas....
Un beso fuerte.

Nestor Zawadzki dijo...

"Un pequeño paso para el hombre, un gran salto pra la humanidad" fue una frase significativa, entendiendo que la decía un astronauta americano en la luna...
Creo que damos pequeños y grandes pasos hacia adelante: hacia la evolución, a la convivencia solidariala o hacia la extinción definitiva. La el tren de la globalización de la economía se olvidó de cargar al hombre en sus vagones. Todos de alguna manera compartimos el dolor de los que perdieron su vida y habitat por un fenomeno de la naturalez; pocos lo hacemos frente a las mismas perdidas que causa un bombardeo tambien lejano.
¡Gracias por formar parte de la especie, aunque nos toquen las localizaciones menos pudorosas....!

Ana Lopez Acosta dijo...

Es que el HOMBRE no cupo en los vagones Piru, estaban llenos de artefactos (con todos los significados del término, cada vez que digo artefacto no puedo olvidar el sentido que le damos en medicina....deformación profesional, vio) Algunos cupieron, pero no me queda claro si son HOMBRES...y en este domingo semi nublado no quiero empezar con el pensamiento circular, jeje.
De cualquier modo este artefacto, en el que estoy tecleando justo ahora, me sirve para comunicarme con la gente que quiero y está lejos...es un pasito...no?