lunes, 5 de abril de 2010

La lección de Darwin

El escándalo que desató Charles Robert Darwin en la Inglaterra Victoriana del siglo XIX con su obra “El origen de las especies” había comenzado varios años antes en su interior. Como estudiante de teología en la Universidad de Cambridge tenía la firme intención de volverse un sacerdote anglicano. Sostenía que la Biblia era la fuente sagrada para explicar el origen del mundo. Sin embargo las evidencias encontradas en su viaje a bordo del Beagle confrontaron sus creencias teológicas inamovibles con pruebas contundentes. En su viaje halló evidencia de que las especies se adaptaban al medio modificando sus características y transfiriéndolas a su progenie. Nunca fue su intención excluir a Dios del proceso creativo y menos inferir que especies superiores descienden de organismos inferiores. Lo que socavó la fe de Darwin fue el sufrimiento presente en la naturaleza y en su propia vida, ya que su hija Annie murió a los 10 años de tuberculosis. No se volvió ateo pero expresó: «el agnosticismo es una descripción más correcta de mi postura».
Desde que vivo aquí puedo ver que en Libertador los alquileres y la propiedad están sobrevaluados. Se alquilan garajes minúsculos, sin comodidades esenciales de habitabilidad a precios exorbitantes. Se de estudiantes que pagan fortunas por sucuchos que no tienen las condiciones básicas de confort y seguridad. Las rentas pasaron a ser el gran negocio atrayendo a muchos inversores inescrupulosos.
Sabemos que es la ley de la oferta y la demanda la que determina los precios y pensamos dócilmente que no hay nada que hacer contra ella. Escuché decir que con elevados costos de vida se selecciona la categoría de los habitantes. Me sorprende esta forma de usura y especulación en una cultura cristiana y predominantemente adventista. No veo mucha diferencia entre la ley de la oferta y la demanda caníbal que cultivamos en nuestra villa y la supervivencia del más hábil propuesta por Darwin.
Así como los alquileres, los precios de la tierra por metro cuadrado en Libertador San Martin son unos de los más altos del país, y la construcción de la vivienda propia una utopía. En el ínterin las instituciones responsables están ausentes, entre otras causas porque los salarios que remuneran discrecionalmente por jerarquía y no por aptitud estimulan la búsqueda de ingresos paralelos. Veo loteos que rodean el pueblo y me pregunto: la tierra baldía o en proceso de venta ¿cuánto paga de impuestos? ¿Somos los habitantes y nuestros recursos los que subvencionan la construcción de caminos, cloacas, agua y luz en beneficio de los “inversores”? ¿No es acaso el terreno ocioso un problema urbanístico desde todo punto de vista? ¿No es lógico gravar estos lotes con impuestos cada vez más altos en la medida en que no se vendan o no tengan utilidad? Sería una forma de generar ingresos municipales que podrían utilizarse para favorecer la construcción y cortar la cadena de especulación.
Los precios de inmuebles y alquileres en Libertador son inmorales y creo que desde todos los ámbitos debemos tomar medidas para modificar esta situación. Muchos de los que critican a Darwin desde los púlpitos están avalando su teoría con las actividades comerciales que practican; mediante el sufrimiento ocasionado a los indefensos, tal vez estén creando la próxima generación de agnósticos.

7 comentarios:

Ana Lopez Acosta dijo...

Piru querido, esta entrada tuya no puede menos que recordarme a Diógenes apodado el cínico, quería encontrar sólo un hombre honesto sobre la Tierra....

Un beso fuerte.

Nestor Zawadzki dijo...

Que los hay, los hay; pero escasean por estos parajes. La ventaja del exilio y el retorno es poder comparar en un parpadeo de tiempo los cambios del lugar. Uno de ellos es la abrumadora preocupación por lo económico. Usura, tacañería y especulación son transversales actitudinales...

Ana Lopez Acosta dijo...

Qué bueno que lo comentes! Sin haber retornado porque no me fui, la creciente, abrumadora y patólogica - para mi gusto - preocupación por el consumo, lo económico, la especulación desaforada ( como bien explicás en tu entrada) se han descontrolado en los últimos años. La década de los noventa, más la sociedad de consumo que se consume lo que nos queda de humanos; la estimulación a la acumulación de productos inservibles; el abandono de todo hábito mediano; la carencia absoluta de búsqueda de alguna armonía, hace rato que ha traspasado la frontera de lo ridículo para pasar al grotesco. Hemos perdido a mi modo de ver el sentido común. Siento que esatmos alienados como sociedad, y sabés Piru, no creo estar depresiva, ni melanco ni nada parecido, es más, estoy disfrutando ahora más de lo que solía, creo que es por oposición, veo como se enloquece, literalmente, mucha gente para llegar a ningún lado o en el mejor de los casos para llegar adonde todos llegaremos, que personalemnte me da por disfrutar de lo más simple. Eso si no salgo de mi asombro, no puedo dejar de asombrarme ante tanta actitud excéntrica.

Un beso grande.

Lorena. dijo...

Cuando en la iglesia de los "morenos"( negro es ofensivo)i el pastor comienza a "escupir" muchas verdades, muy expresivamente, los miembros comienzan a decir desde sus asientos..."preach us brother", " we hear you, brother"!

Te aplaudo!...sera que le sacamos a nuestros "hermanos blancos" aunque sea un "amen"?
Carinios.

Nestor Zawadzki dijo...

Hola Lorena. No recibí "amenes" blancos, pero si la sugerencia de que el tema no es adecuado (politicamente correcto) si aspiro a la politica... la mayoría se salva con el departamentito al fondo. No está mal, al contrario, me parece bien; siempre y cuando se establezca con urgencia un plan urbanístico acorde a las caracteristicas del lugar y de los pobladores estables y no según la demanda. Se impone considerar y concretar medidas para reducir la usura y especulación, incluso desde el ámbito religioso, que hasta ahora mira para otro lado...

Anónimo dijo...

Interesante la comparacion entre Darwin y los usureros. Mas que interesante, muy acertada. Que iluso de mi parte, pensaba que solo por estos pagos se fomentaba el materialismo....pero obviamente una servidora estaba obnubilada por el velo de la nostalgia... y es que se trata de una epidemia ya....y evidentemente no se ha dado con la vacuna.
Y pensar que "la inyeccion" esta tan cerca....tan a mano...todos tenemos rodillas....todos tenemos voz para elevar una plegaria...

Nestor Zawadzki dijo...

Hola Gisela. Bienvenida. Trato de mantener una postura neutral, pero este lugar a veces exaspera. Es interesante que las iglesias, en general, utilizan el bienestar económico como una de las medidas de las bendiciones divinas (muy notablemente en Corea del Sur)... A veces forma parte del reclutamiento de fondos y al respecto me encanto la pelicula Leap on Faith con Steve Martin (Salto de Fe o La carpa de los milagros)donde se muestran las dos caras de la moneda.
No veo nada de malo en la búsqueda del bienestar económico. La cuestion se vuelve turbia cuando existe una obsesión por lo material a cualquier costo en un contexto religioso práctico cuya doctrina teórica apunta totalmente en otro sentido. Se pierden cínicamente el sentido de realidad y las referencias.
Fue sincero Mark Twain cuando dijo:"Denme al cielo por su clima y al infierno por su sociedad"