miércoles, 26 de mayo de 2010

El grito sagrado

El verdadero poder no se hereda, se arrebata.

Alucinadas por la codicia, las naciones extranjeras siempre vieron a las tierras de América como fuente inagotable de riquezas. Millones de compatriotas y habitantes de la América Latina muestran, en sus miserias, el resultado de este expolio. Sí, nacimos del expolio. Un día los padres de nuestros padres, que en ese momento se sentían hijos no reconocidos de los poderosos, decidieron emanciparse, iniciar el camino de la autonomía. Con aciertos y errores, la independencia ocurrió hace apenas dos siglos, cuatro veces mi edad… no fue hace tanto.
Mariano Moreno había escrito en La Gaceta: “El gobierno antiguo nos había condenado a vegetar en la oscuridad y el abatimiento, pero como la naturaleza nos ha criado para grandes cosas, hemos empezado a obrarlas, limpiando el terreno de tanto mandón ignorante”. Por otro lado redactó un decreto sobre la “Supresión de honores”. España había logrado establecer un grupo dominante de elite y mantener al resto del pueblo en la mayor ignorancia posible. Fundamentando este decreto Moreno escribía: “privada la multitud de luces necesarias para dar su verdadero valor a todas las cosas, reducida por la condición de sus tareas a no extender sus meditaciones mas allá de sus primeras necesidades (…) confunde los incidentes y homenajes con la autoridad y jamás se detiene a buscar al jefe por los títulos que le constituyen, sino por el voto y las condecoraciones con lo que lo ha visto distinguido”.
Los comienzos fueron difíciles. Las guerras de la independencia de América derramaron más sangre de americanos que la de los dominadores. La libertad e independencia que supimos conseguir, aún nos cuesta mantener. Con las palabras de Pacho O’Donnell, “debemos rastrear en el ideario de nuestros próceres mayores, sin duda admirables por muchos otros motivos, una de las razones de nuestra debilidad de sentimiento patriótico y la desconfianza en nuestras propias capacidades nacionales”.
A doscientos años de la independencia, Argentina aún tiene lazos de dominación que no puede cortar. Dependemos de los préstamos extranjeros con capitales que, en su mayoría, se originaron en el oro americano o en el robo de las propias riquezas de la Nación. Desbaratamos la diversidad agraria por un monocultivo bajo la vigilancia comercial de Monsanto. Aglutinamos carne y leche en una modalidad productiva rentable a costa de riesgo sanitario y ambiental, empeñando el hábitat propio y de nuestros hijos. La opinión pública es engañada y estupidizada desde los monopolios mediáticos. El genocidio ideológico fue substituido por la falta de ideales. Demarcamos el territorio político en beneficio de pocos con exclusión de la mayoría que se hace evidente en los niveles de educación y salud, de acceso a la vivienda o las precarias condiciones de vida de los jubilados.
Pero, tal vez, el tirano mayor siga siendo el miedo. El miedo a intentar una forma solidaria de ser independientes, de hacernos responsables de nuestras decisiones, de crecer como comunidad manteniendo la unidad en la diversidad, aunque empiece como un susurro profano.

7 comentarios:

Ana Lopez Acosta dijo...

No puedo estar más de acuerdo con tu visión. Escribía en un comentario a mi última entrada que la promoción de la estupidez y la anomia son herramientas de dominación. Le agregaría al miedo - su gènesis es indudable - la confusión de una sociedad abrumada y abatida.
Un beso fuerte.

Nestor Zawadzki dijo...

Encima el elemento aglutinador es la "Tinelli-zación" de la población...
Otro.

Ana Lopez Acosta dijo...

Si Nestor y ahora la "Fortización", el intendente Macri invitó al impresentable Fort a la gala del Colón, junto a otras "figuras populares". Sin palabras: verguenza ajena los unos y los otrosque no son más que lo mismo
Otro

Nestor Zawadzki dijo...

Efectivamente, la TV incorporó a varios de los hijos bastardos de Tinelli... Me asusta que la sociedad no solo los cobija, sino que los deifica hasta convertirlos en modelos y parámetros de referencia... Al final la maestra pampeana que hizo un homenaje a un ex presidente militar y borracho no estaba tan fuera de contexto.

Nestor Zawadzki dijo...

Se me quedó en el tintero: Fort invitado de honor a las plateas, Julio Bocca (casi dueño de cassa por derecho) y Daniel Rabinovich, ciudadano ilustre de Bs.As.) al gallinero... Sí, eso nos pinta la realidad social y politica Argentina de cuerpo entero. Lo peor es que el responsable no fue un ignorante politicucho improvisado, es el mismo que los saco a palazos en la manifestación pacífica de V. Lopez.

Ana Lopez Acosta dijo...

En realidad quien invitó a todos los "artistas" estilo fort y la gimenez al Colón fue Macri. Pero no creo que haya demasiada diferencia entre los unos y los otros, es un barniz diferente, diferente collar, como quien dice. Son como esos matrimonios que viven peleando pero no se divorcian ni locos porque tienen un patrimonio común y no les conviene la división de bienes, jeje acá los bienes son de nosotros...y no nos damos cuenta. Ay Mariano Moreno!!!

Ana Lopez Acosta dijo...

Me hace acordar a un matrimonio que conocí hace un tiempo en que ambos eran viudos y tenían hijos de diversos matrimonios, uno de los integrantes, la mujer,tenía una fábrica muy importante y conocida por aquellos tiempos - ahora fundida- que pertenecía al hijo mayor, que la había heredado de su padre por no estar legalmente casados la madre y el padre, por supuesto que al ser el chico menor de edad, la curadora o tutora era la madre. El matrimonio ensamblado se llevaba terrible. Resultado: se patinaron toda la plata del verdadero heredero, cuando murió uno de los integrates del matrimonio saltó todo y ahora obviamente están todos de los pelos...y en pampa y la vía.
Digo, los representantes son nuestros curadores, nos tienen que ubicar o nos ubicamos solitos en el lugar de menores o imbéciles para poder hacer lo que les parece con nuestro patrimonio. Ergo: estupidización de masas.